Carné de identidad de la cabra montés hispánica

Mâle en periode de rut © Julien Canet

Mâle en periode de rut © Julien Canet

Nombre común: Cabra montés ibérica

Esta denominación abarca el conjunto de cabras monteses que ocupan o han ocupado la Península Ibérica, Pirineos incluidos.

Una buena adaptación al medio rocoso

Macizo, con patas robustas y pezuñas que adhieren increíblemente bien a la roca, la cabra montés ibérica no conoce el vértigo. Su pelo cambia de color y espesor según las estaciones, volviéndose más claro y menos denso en verano.

Unos cuernos que siguen creciendo durante toda su vida

De tamaño modesto (unos 15 – 20 cm de largo) para la hembra, están muy desarrollados en el macho adulto (unos 65 hasta 90 cm). Su forma es muy diversa, las más veces están retorcidos en forma de lira. Así se diferencian de los cuernos de la cabra montés de los Alpes.

Exageración de la naturaleza, estos atributos aseguran la superioridad sexual entre los machos que se enfrentan en combates espectaculares y ruidosos durante el período del celo.

La cabra montés hispánica posee sentidos muy desarrollados: oído muy fino, vista excelente, olfato muy agudo.

Nombre científico: Capra pyrenaica (Schinz, 1838)

Clasificación: ungulados

Familia: bóvidos, subfamilia de los cápridos

Estatuto de la especie: protegida en Francia desde el 15 de septiembre de 2012

Longevidad: unos 15 – 20 años

Reconocer al macho y a la hembra de la cabra montés.

El macho : le 'bouquetin'

¿ Su característica principal? Los largos cuernos fácilmente reconocibles con prismáticos.

Una barbilla corta y densa le adorna la mandíbula. El color del chivo pasa del pardo rojizo al gris claro en la parte superior de los costados, del gris oscuro hasta el negro intenso en el lomo, la parte inferior de los costados, el lado anterior de las patas, el pecho y la frente.

La extensión de las zonas oscuras, que va aumentando con la edad hasta el color negro intenso en los machos más viejos constituye un criterio de determinación de la edad.

  • desde unos 60 hasta 90 kg
  • Mide unos 90 cm a la cruz para unos 140 cm de largo
El macho © Julien Canet

La hembra: “l’étagne”

¿Su característica principal? El pelo marrón, adecuado para esconderse en su hábitat natural.

El pelo uniforme de “l’étagne”, de color gris-marrón se funde en los entornos agrestes donde le gusta vivir. Este mimetismo le permite, a ella y a su cabrito cuando es todavía vulnerable, ponerse a salvo de los depredadores.

Los cuernos de “l’étagne” son más cortos que los del macho.

  • entre 30 y 45 kg
  • Mide unos 70 cm a la cruz para 135 cm de largo



Hembra © Julien Canet © Julien Canet

Hábitat y dieta de la cabra montés

Prefiere las rocas

La cabra montés se adapta bien a alturas y climas muy diferentes.

Prefiere las áreas abiertas, acude poco a los bosques. Le gustan particularmente las zonas rocosas empinadas, los acantilados, preferentemente orientados al sur que quedan rápidamente sin nieve.

Macho en los bloques de granito © Julien Canet

Maximizar el espacio

La cabra montés necesita amplios espacios, aunque las hembras se satisfacen con un espacio más reducido que los machos. Esta necesidad de espacio fluctúa notablemente en función de los recursos alimenticios y las estaciones.

El invierno y la nieve empujan los animales hacia la parte baja de las pendientes, mientras que en verano están atraídos por el frescor y la calidad de la vegetación en las cumbres.

Cabras montés © Jordi Estèbe

Cabras montés © Jordi Estèbe

La dieta de la cabra montés

Se nutre de una gran variedad de vegetales, prefiriendo las gramíneas durante el verano, los leñosos en otoño e invierno, incluso líquenes y musgos cuando las condiciones de vuelven demasiado rigurosas.

Su dieta es más variada y diversificada que la del íbice. Puesto que vive entre rocas, no daña los bosques ni los pastos.

Hembra comiendo liquen © Julien Canet